Anatomía
La mayor diferencia entre las tortugas marinas y las tortugas terrestres es que las ultimas tienen patas con dedos, una uña protuberante en cada dedo y son capaces de retraer la cabeza dentro del caparazón para protegerse. Por otro lado, las tortugas marinas tienen aletas con muy pocas uñas (normalmente 2 por aleta) y no pueden meter la cabeza en el caparazón. Sin embargo, las tortugas marinas tienen una mejor adaptación a su medio ambiente que las tortugas terrestres.
Ya que las tortugas marinas son de sangre fría (ectotérmicas), no son capaces de controlar la temperatura de su cuerpo y por lo tanto, se encuentran en aguas de mar sub tropicales o templadas de alrededor de 20° Celsius.
La Golfina es similar a la Lora pero tiene un cuerpo más profundo y su caparazón tiene orillas ligeramente volteadas hacia arriba. Su ancho es cerca del 90 % de su largo y un adulto pesa alrededor de 100 lbs. (45 kgs.). Igual que en otras especies de tortugas, los machos tienen uñas más largas y más fuertemente curveadas, así como una cola más larga. Esta especie en particular crece lentamente: llegan a la madurez sexual entre los 8 y 12 años de edad, a su tamaño completo de adultos a los 15 años de edad y se cree que puden vivir hasta 100 años. Aunque nacen con una diente, que usan solamente para quebrar la cáscara y salir del huevo, la pierden rapidamente y entonces, no tienen dientes. Sus picos están bien adaptados para convenir a sus necesidades específicas de alimentación.
Los adultos usualmente son de color gris-olivo en la parte superior y de un color crema o blanquecino con margenes gris pálido en la parte ventral. Las crías son casi completamente negros cuando están mojados y de un color gris medio a gris oscuro cuando están secos. |
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